SER, HACER, TENER
Creo que si el 2020 nos enseñó algo es que la consistencia tiene un mayor impacto que la intensidad.
Personalmente, vi más resultados yendo al gimnasio cuatro veces a la semana, que entrenando ̈ súper duro¨ dos veces al mes. No leí la Biblia en 40 días, pero sí establecí el hábito de comenzar todos los días con cinco Salmos leídos en voz alta. Creo que las temporadas de alta intensidad son buenas, tengo varias a lo largo del año, pero son las cosas que hago día a día las que tendrán un mayor impacto en mis objetivos.
Mientras susurros de nuevas resoluciones y metas llenan la ciudad, quiero aprovechar este mes para hablar de hábitos. Al compartir lo que he aprendido, espero inspirarte y darte algunas herramientas para que el 2021 sea tu mejor año hasta ahora.
Lo único que pido es que te comprometas los próximos 10 días. Voy a publicar dos veces por semana para un total de cuatro artículos. Creo que un cuaderno y un esfero te ayudarán a aprovechar al máximo esta serie. Las primeras cinco personas que compartan sobre esto en sus historias de Instagram (¡etiquetándome!) serán invitadas a una llamada de Zoom conmigo para hablar de metas y sueños. No soy la más experta, pero seguro sí seré la amiga que quieres en tu rincón animándote ;) Para hacer esto, voy a tener que pedirte que te sacudas de toda pereza y te prepares para pensar y soñar. :)
1. ¡Lo primero es CELEBRAR!
Piensa en un área en la que viste crecimiento en el 2020. Escríbelo en tu cuaderno.
¿Estás seguro de que no hay nada más? Quiero que realmente te tomes un momento y consideres esas cosas incómodas que te llevaron a crecer y que también las escribas.
2. Ahora, antes de que me digas qué quieres hacer en el 2021, quiero saber quién quieres ser.
Siempre estamos haciendo algo que nos olvidamos de que somos seres humanos, ¡no haceres humanos! Creemos que para ser alguien genial necesitamos tener ciertas cosas, y que cuando tengamos esos títulos, conexiones o dinero seremos capaces de hacer cosas grandes e importantes. Pero lo estamos haciendo al contrario.
Uno de mis personajes bíblicos favoritos es Abraham, por eso quiero tomar los próximos minutos para aprender de su vida. Antes de que él tuviera hijos, ya era padre. Su identidad no provenía de lo que tenía, provenía de las promesas de Dios y por eso pudo caminar en fe mientras esperaba a Isaac. La lección aquí es que las cosas en general no son lo que nos hará felices este año. Hay que comenzar con lo que queremos ser, y ya siendo podamos hacer para tener. Dime, ¿quién quieres ser como creyente? ¿Como joven? ¿Como hija / hijo? ¿Discípulo? ¿Líder? ¿Emprendedor? Toma unos momentos para escribir la persona que sueñas ser este año.
(3A) Ahora que sabemos quiénes queremos ser, establezcamos algunas metas para lograrlo.
Por ejemplo, si quiero ser una persona saludable, una de mis metas podría ser planear mis comidas, tomar vitaminas y hacer ejercicio 3-4 veces por semana.
Escribe algunas metas generales de acuerdo a la persona que sueñas ser:
(3B) ¿Qué compromiso puedes hacer hoy para llegar a la meta?
Siguiendo mi ejemplo anterior, puedo apartar 10 minutos para buscar algunas opciones de comidas saludables o puedo descargar un programa de ejercicio para este mes.
Escribe tus compromisos diarios para llegar a tus metas:
3C. Manteniendo el enfoque.
El año pasado, resumí todas mis metas para el 2020 en 10 cosas. Todas las noches antes de acostarme, las escribía en mi cuaderno. Esto comenzó a renovar mi mente y me ayudó a mantenerme enfocada. También es buena idea decirlas en voz alta cada mañana. Por ejemplo, ¨Porque soy una persona saludable, me comprometo a ----- ¨. ̈Porque soy una buena líder, me comprometo a ------ ¨. Esto entrena nuestra mente a estar en un estado proactivo.
¡Tu mejor año comienza ahora porque gracias a Jesús veremos y haremos grandes cosas! ¡Nos vemos el jueves para la parte #2!
