PENSAMIENTOS QUE EMPODERAN
El gran Dr. Martin Luther King Jr. dijo:
“Rara vez encontramos hombres que voluntariamente se involucren en un pensamiento sólido y difícil. Existe una búsqueda, casi universal, de respuestas fáciles y soluciones a medias. Para algunas personas no hay otra cosa que los incomode más que tener que pensar."
¡Bienvenido a la tercera parte de esta serie! Hemos hablado sobre ¨ser¨ más que ¨hacer¨, como manejar el tiempo, y hoy vamos a aprender sobre los hábitos en los pensamientos. Si logramos que nuestro "centro de control" funcione bien, podremos enfrentar la pereza y otros desafíos con las herramientas adecuadas.
La Dra. Caroline Leaf es una mujer de Dios, patóloga de la comunicación, neurocientífica cognitiva y autora de varios best-sellers como Enciende Tu Cerebro. Ella dice: “Los pensamientos son cosas físicas reales que ocupan espacio mental. Cada momento de todos los días estás cambiando la estructura de tu cerebro a través de tus pensamientos. La esperanza es una actividad de la mente que cambia la estructura de nuestro cerebro en una dirección positiva y normal ".
El año pasado decidí estudiar los patrones de mis pensamientos y le pedí al Señor que me ayudara a renovar de este modo mi mente. Había pensamientos que simplemente ya no me servían para la vida que quiero construir. Hoy quiero compartirles siete pensamientos de poder que adopté el año pasado. Los repito en voz alta, los escribo y cuando vienen pensamientos negativos los cambio por esta nueva forma de pensar. Poco a poco, mi mente se está volviendo mucho más sana y feliz. Este año no tiene que ser uno de tristeza, frustración o preocupación. Mientras Dios se encarga de lo imposible, podemos enfocarnos en cambiar las cosas que están a nuestro alcance: ¡nuestros pensamientos!
Mis 7 pensamientos de poder:
1. ¨¡Puedo hacer cosas difíciles!¨ (Filipenses 4:13) Tendemos a resistirnos a las cosas difíciles, pero las situaciones difíciles pueden sacar lo mejor de nosotros. No todo tiene que ser una crisis, cuando me digo a mí mismo qué puedo hacer cosas difíciles, crezco en la circunstancia en lugar de simplemente pasar por ella.
2. ¨Las cosas no tienen que ser perfectas para que las disfrute.¨ ¡Romanos dice que Dios obra todas las cosas para bien! Otro pensamiento que sigue la misma línea es: ¨No busco la perfección porque puedo caminar en plenitud hoy mismo.¨
3. La preocupación nos pone en un estado mental de carencia, pero la gratitud nos permite ver cuán ricos somos realmente. El pensamiento de poder es: ¨La preocupación no tiene lugar en mi vida, en cambio, cultivo la gratitud.¨
4. ¨Tal vez esto no se trate de mí.¨ Estoy aprendiendo que a veces no se trata de mí, ni del desafío que estoy viviendo, sino de ofrecer consuelo a alguien cuyo corazón es tan vulnerable como el mío. Algo que he estado orando es: ¨Señor, ayúdame a ver y experimentar esto a la luz de la eternidad¨.
5. ¨¡Tengo la mente de Cristo!¨ Cuando pensamientos de preocupación, temor, tristeza, fracaso o enojo intentan distraerme recuerdo que no soy esclava de los pensamientos negativos. Mis pensamientos no son mi amo, mis pensamientos me sirven a mí. Esto significa que podemos rechazar los pensamientos de condenación, culpabilidad y desesperación. ¡Llena tu mente con pensamientos de Dios!!!
6. ¨Lo que pienso y siento sobre la situación no tiene que ser la verdad que escojo creer. Dios tiene la última palabra.¨ No todo lo que pensamos y sentimos es la verdad. Estoy aprendiendo a alinear mis pensamientos y sentimientos a lo que Dios ha dicho y prometido. Los pensamientos son solo pensamientos y aunque lo que sentimos y pensamos es válido, si no nos ayuda a crecer no necesitamos aceptarlo.
7. ´Pensamiento, considerate desafiado.¨ No tengo que aceptar cada pensamiento que viene, ni siquiera las emociones que lo siguen. Estoy aprendiendo a desafiar los pensamientos negativos, los pensamientos pequeños, y los pensamientos de víctima con la verdad que he plantado en mi corazón. Se necesita práctica y un poco de energía mental, pero al igual que un músculo, cuanto más lo ejercitamos, ¡más fuertes nos volvemos!
Algo que ha sido muy útil es tener un cuaderno que uso solamente para documentar los patrones de mis pensamientos. Cuando me siento abrumada por una situación, tomó un momento y escribo:
Después, oro y le pido a Dios que me ayude a responder a la luz de la eternidad. Descubrí que puedo eliminar mucho drama si dejo de concentrarme en mí. ¿Qué tal si el dolor de hoy puede enseñarme algo para mañana? ¿Qué tal si mi vulnerabilidad hoy es para producir compasión por mi prójimo? ¿Qué tal si esta situación no me detiene en el camino, sino que me lleva a crecer en la oración?
La salud mental y nuestra vida espiritual no son cosas separadas. Dios nos creó espíritu + alma + cuerpo. Él es la fuente para las tres partes. Esto significa que nuestra salud mental es igualmente importante, e incluso diría que es una extensión de nuestra relación con Dios. ¡Alimenta tu espíritu con la Palabra, deja que Su verdad restaure tu mente, sane tu corazón y fortalezca tu vida! ¡Nos vemos el jueves para la última parte de esta serie!
¨Dios, úsame. Muéstrame cómo tomar quién soy, quién quiero ser y qué puedo hacer para usarlo para un propósito más grande que yo.¨ Dr. Martin Luther King Jr.
